La Fundación Navegación Oceànica Barcelona (FNOB) ha anunciado este jueves que, tras la reunión el pasado 22 de marzo de su Patronato integrado por la FNOB, el Ayuntamiento de Barcelona, la Cambra de Barcelona, el Port de Barcelona y la Fira de Barcelona, se ha cancelado la cuarta edición de la Barcelona World Race, que tenía prevista su salida para el 12 de enero de 2019, debido al retraso en los presupuestos del Estado y a la «falta de estabilidad política» actual.

Según explicó la FNOB en un comunicado, los tres motivos principales para la cancelación de la cuarta edición de la regata son el retraso en la aprobación de los presupuestos generales del Estado en 2016 -así como las elecciones de diciembre de 2015-, el clima de «indefinición institucional» y «falta de estabilidad política» actual y, por último, el cambio de criterio en cuanto a patrocinio dentro de los presupuestos estatales en los acontecimientos de interés públicos, como es la Barcelona World Race.

En cuanto al retraso presupuestario de 2016, cuya prórroga no se hizo efectiva hasta abril de 2017, la FNOB explicó que la constitución de la Comisión Interadministrativa que define los planes y programas que articulan el patrocinio de la regata no se podrá celebrar hasta el próximo mes de abril de este año.

«Estas circunstancias han dificultado de una manera extraordinaria las posibilidades de búsqueda de patrocinio en el periodo normal según la planificación habitual de comercialización de la regata, retrasando en más de dos años el proceso previsto», lamentan en el comunicado.

«Por otra parte, el clima de indefinición institucional y falta de estabilidad política que vive nuestro país en este último año ha dificultado aún más esta comercialización. Los patrocinadores potenciales han manifestado su desconfianza al no poder estar seguros de contar con el apoyo institucional que necesariamente debe garantizar un evento deportivo de estas dimensiones, que requiere una fuerte inversión en patrocinio privado, y que es, en definitiva, la única fuente de financiación de la regata», señalan sobre el momento político actual.

En este sentido, argumentan que la tensión política actual en el país no permite «ofrecer garantías» para que el patrocinio que está en fase de negociación o en pre-acuerdo se llegue a concretar sin incidencias.

«Y por último, en las últimas semanas, las informaciones aparecidas en los medios de comunicación en relación al impacto previsto en los presupuestos generales del estado de los acontecimientos de especial interés público, y el cambio de criterio en la utilización de los soportes publicitarios por parte del Ministerio, ha generado incertidumbre en el mercado del patrocinio», argumenta la organización.

Sin embargo apuntan que la participación internacional en la regata ha avanzado «muy favorablemente». «El posicionamiento de la regata en el calendario internacional de vela oceánica no ha hecho más que mejorar en los últimos tres años. La FNOB es miembro activo de la Asamblea General de la Clase IMOCA, consolidando la BWR como uno de los dos pilares fundamentales del calendario IMOCA, junto con la Vendée Globe», se felicitan.

En este sentido, la buena acogida del cambio de formato que se incorporó a la regata (salida el 12 de enero, con parada obligatoria en Sidnei y posibilidad de cambio de copatrón) ha estimulado el interés de participación entre todos los equipos de la clase. Tanto es así que, a estas alturas, siete equipos habían confirmado su participación y disponían del presupuesto necesario para hacerlo, y a diez meses de la salida, había otros once que se encontraba en el proceso final de captación de recursos.

«En consecuencia, esta suspensión no se debe a la falta de interés de equipos participantes, ni de patrocinadores interesados, ni de apoyo internacional, sino a la imposibilidad de concretar el patrocinio en los plazos estipulados. Sin embargo, a partir de hoy, la FNOB y la Clase IMOCA empiezan a trabajar para la próxima edición de la Barcelona World Race, que será la cuarta y se celebrará en 2022-2023», augura la FNOB.

Críticas de ERC a la falta de proyecto de Colau

El presidente de ERC en Barcelona, Alfred Bosch, ha sostenido que la suspensión de la Barcelona World Race se debe a la «falta de proyecto» del Gobierno municipal de la alcaldesa, Ada Colau, ha informado este jueves en un comunicado.

«Se está acabando con los proyectos y eventos que nos proyectan al mundo. Se ha hecho otro paso atrás en la desaparición de los eventos internacionales en la ciudad», ha criticado el líder republicano.

Bosch también ha pedido «dar facilidades» a la organización para que las arcas de la ciudad no salgan perjudicadas, y ha lamentado que se realicen campañas para promocionar Barcelona pero que, a la vez, se suspendan eventos que son campañas que dan la vuelta al mundo.

En este sentido, ha señalado que aún quedan eventos programados de mandatos anteriores, como los europeos de waterpolo este 2018 y los Roller Games de 2019: «Han sacado a Barcelona del mapa internacional», ha insistido.

El PSC denuncia la «falta de liderazgo de Colau»

El presidente del PSC en Barcelona, Jaume Collboni, ha sostenido que la suspensión de la Barcelona World Race se debe a la «falta de liderazgo» de la alcaldesa. «Colau da un paso más para desmantelar la promoción económica internacional al dejar perder la Barcelona World Race», y ha asegurado que la primera edil ha pasado por alto el plan de viabilidad que realizaron los socialistas.

Ha criticado a Colau por aprovechar la ausencia del PSC en el Gobierno para «boicotear el evento y dictar sentencia de muerte al proyecto», y ha insistido en que el Ejecutivo muestra desinterés por los actos deportivos por atribuirles carácter elitista.

También ha dicho que llevarán la cuestión a la Comisión de Estudio de Medidas Económicas para pedir la comparecencia de miembros de la Fundación Navegación Oceánica Barcelona (Fnob): «Queremos una rectificación inmediata del Gobierno».

Collboni ha recordado que, según un informe de Esade que analizó el impacto del evento en 2014, la Barcelona World Race atrajo a más de 36.000 visitantes aficionados a la vela y representó unos ingresos de 23 millones de euros para la ciudad.